miércoles, 15 de agosto de 2012



Cerco de Artajona

El Cerco de Artajona es más impresionante si se llega a él a través del casco urbano, ascendiendo lentamente, encontrando en cada recoveco un poquito de ese pasado glorioso donde reyes, obispos y canónigos convivieron durante siglos. Porque Artajona también fue reino durante un breve periodo de mediados del siglo XII.
Una vez arriba, por unos instantes crees estar en la cima del mundo. Y el viento, que juega burlón con tus cabellos, trae aromas de espliego y manzanilla.
Si miras atrás, descubrirás las torres cúbicas que defendieron hieráticas la majestuosidad del lugar. Hoy quedan en pie nueve, pero debieron ser catorce. Y podrás admirar también la iglesia de San Saturnino  y los restos del donjón o torre del homenaje que permanecen como tronco talado para dar constancia de su existencia.

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