¡Real, Real, Real!
En sus primeros años, García Iñiguez cambió las montañas, los verdes valles y los bosques del norte de la península por la ciudad de Córdoba; donde cuentan que se educó. Más tarde, se enemistó con su tío Musa ibn Musa, con quien su padre siempre mantuvo una estrecha alianza. Fue enemigo del emir de Córdoba y aliado de Orduño I y de Alfonso III de Asturias. Y vio, seguramente con resignación y pavor, cómo los vikingos llegaban a Pamplona, arrasándolo todo y convirtiéndolo en prisionero.
• El rey García visitaba Leyre todos los 21 de octubre para celebrar el día de las santas vírgenes. Consta que el años 876, siendo obispo Ximeno, el rey hizo una donación a Leyre con ocasión de esta onomástica.
• En 1613 se abrieron dos arcas de Leyre donde se suponía descansaban los primeros reyes de Pamplona. En una de ellas solo se hallaron los restos correspondientes a una persona. En la segunda encontraron hasta quince. En el receptáculo había también sedas, cetros reales y empuñaduras de marfil. Entre los restos llamó la atención un cadáver que tenía dos heridas en la pierna, cerca del tobillo, claramente reconocibles como lesiones producidas por una espada o falange. Y a este cuerpo se le identificó como el de García Iñíguez, porque de ningún otro rey hay testimonio de que muriera por este tipo de heridas.
• En algunas crónicas se dice que García Iñíguez murió en 870, pero hay un documento fechado en 878 en el que el rey revalidó la donación hecha a Leyre. Y en él se dice que "la hizo para remisión de los pecados y nombradamente, por las almas del rey don Iñigo, su padre y el rey don Ximeno, su abuelo", según consta en los Annales del Reyno de Navarra. Por lo que parece más acertado pensar en la fecha de su fallecimiento como 882.
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