La serena efigie de Berenguela
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Tumba de Berenguela. B.P. |
Una sencilla inscripción en el suelo de piedra señala la entrada a la salla
Capitulaire en la abadía de L´Épau. El recogimiento del lugar invita a pasar al
interior, donde se encuentra la efigie tumbal de Berenguela, datada en la
segunda mitad del siglo XIII. Se trata de una tumba de 2,18 metros de largo por
0,67 de ancho. En ella se ve a una Berenguela serena, tallada con los ojos
abiertos, los labios sin terminar de sellar y una sonrisa tan enigmática como
la de la Mona Lisa. Está retratada con el pelo suelto y su vestido, según
concluye Agnes Strickland en
Lives of the Queens of England fron the Norman
Conquest, sería el de bodas, en cuya parte
superior adorna con un rico broche. “… el velo está sujeto por una diadema
real, de un esplendor muy particular, adornado por varias bandas de piedras
preciosas, encima de las cuales se puede ver una serie de flores de lis a las
que se les ha añadido un gran follaje, para dar la apariencia de una doble
corona; tal vez porque ella fue coronado como reina de Chipre al igual que de
Inglaterra”, expone Strikland. A sus pies descansan un león y un perro, en una
actitud difícil de interpretar, ya que no se sabe si el león protege o ataca al
perro.
Lo más llamativo de esta escultura es la caja que Berenguela sostiene
entre las manos, en actitud de mostrarla. En esta caja, que podría representar
un libro o un relicario, se puede ver una escultura en miniatura de la propia
reina, franqueada por dos grandes cirios.
A lo largo de la historia, el monumento ha sido desmontado y montado
hasta en ocho ocasiones. En 1672 se llevó a cabo una primera restauración y fue
movido de su lugar original, pasando a ocupar el centro del coro. “En frente
del altar mayor”, indica Niaussat. El 2 de diciembre de 1821 su tumba se
trasladó a la catedral de Saint-Julien de Le Mans y se colocó en el transepto
este. En 1980 se decidió trasladarlo de nuevo a la abadía, ocupando primero una
de las capillas del transepto y después la sala capitular donde se puede
visitar hoy en día. Esta última decisión fue tomada porque en ese lugar
apareció una tumba misteriosa, cuyos restos dijeron que eran los de la reina.
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Interior de la abadía de L´Épau. B.P. |
A finales del pasado mes de junio, un equipo arqueológico inició un
estudio pormenorizado de la tumba de la reina con la idea de llevar a cabo una
restauración y trasladarla definitivamente a su lugar originario. Según
publicaba Olivier Renault en la edición digital del Ouest France en informaciones
del 30 de noviembre y 15 de diciembre del año pasado, el informe llevado a cabo
por la historiadora del arte, Bénédicte Fillion-Braguet, sugería reparar las
zonas de su brazo izquierdo, su mano derecha, la nariz y la corona.
Aunque existen algunas trabas burocráticas sobre a quién correspondería
llevar a cabo el traslado de la tumba a su lugar originario (la efigie
pertenece a Patrimonio y la titularidad de la abadía, al Consejo Departamental
de Sarthe), la idea, según manifestaba Dominique Le Mèner, presidente del
consejo del condado de Sarthe, en el Ouest France, es que se lleve a cabo el
próximo mes de junio, coincidiendo con el aniversario de la adquisición de la
abadía por el Consejo Departamental de Sarthe.
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