lunes, 1 de diciembre de 2008

Se buscan héroes


Y ahora, ¿qué?
Han pasado 13 jornadas de liga. Hemos ganado un partido y empatado cinco. Las cuentas no fallan, tenemos ocho puntos y ocupamos la penúltima posición de la tabla clasificatoria. Atrás quedan esas temporadas tan apasionantes vividas en el Sadar, aunque no son tan lejanas. Entonces, cuando los caracoles derrapaban y el Real Madrid perdía en el Sadar, el fútbol tenía otro sabor. Sabías que cada uno de los once del equipo titular se iba a dejar la piel en el campo, iba a correr más kilómetros que Induráin en los cinco Tours que ganó e iba a tirar a puerta al menos el doble de veces que su rival. Todos los que jugaban cada minuto hacían verdad cada una de las palabras que componen nuestro himno. Después daba igual lo que pasara porque habíamos subido tan alto como ellos y habíamos sobrevolado Pamplona con esa ligereza que da haber superado a otros equipos de mayor entidad. Ahora en el fútbol, como la vida, parece funcionar de otro modo. Jugadores que ganan millones y a los que se les tiene que motivar presentándoles primas por ganar. ¡Por favor! ¿Acaso no es ese su trabajo? Muchos nos empezamos a preguntar qué pasaría si a mí, nuestros jefes nos tendrían que primar por llegar puntual a la empresa, o por sacar cada día el trabajo para el que hemos sido contratados.
Yo sigo esperando que los jugadores de Osasuna se vuelvan a convertir en esos héroes de antaño. No tenían capa, pero la velocidad con la que se desprendían de sus marcadores hacía surgir una estela roja que bien se podía llamar capa. No cobraban tanto como sus rivales, pero les superaban en todos los terrenos. Cuando iban perdiendo sacaban la cabeza y el equipo resurgía de sus propias cenizas y cuando metían un gol, a la grada se le ponían los pelos de punta. Seguimos esperando y espero que la espera no sea larga.

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